... UN DIAMANTE ES PARA SIEMPRE

Saludos, ciudadanos.

Hoy te voy a tutear, amigo lector. Permíteme esa confianza al menos por hoy. Ya... ya sé que no es más respetuoso hablar de usted que de tú, ambas formas son válidas para referirse al interlocutor y usamos el 'usted' por puro formalismo, pero hoy es distinto. Hoy hablamos de tú a tú. Estamos en la intimidad de nuestro PC y podemos hablar claro lejos de convencionalismos, ¿verdad?

¿Sabes qué pasa? Te lo explico: resulta que hace unos días, publiqué un artículo hablando de la Semana Republicana. Nada del otro mundo, fue algo puramente informativo acerca de las actividades que se iban a celebrar. Pero, mira por dónde, ha generado un debate inusitado, una guerra dialéctica de esas que no llegan a ningún lado. Lo curioso del debate es que... espera, espera. ¿Estas seguro que nadie más nos mira? Vale. Lo curioso del debate, decía, es que se ha producido entre un grupo de republicanos de verdad contra otros de diseño y pegatina.

Ya, ya... te escucho y además tienes toda la razón. La gente de izquierdas son -somos- gilipollas del todo y siempre andamos peleándonos entre nosotros mismos. Pero gilipollas, ¿eh? nada de tonterías, que en cuanto un rojillo se enfrenta a otro, va a degüello. Máxime si uno de ellos es de diseño y el otro de corazón. Tú ya sabes quien es quien, no necesitamos dar nombres. Triste, ¿verdad? Pues mira, así estamos, no te lo voy a negar. Pero eso tú ya lo sabías. Eres inteligente y sabes que yo no soy tonto, así que ¿para qué andarnos con rodeos? De ahí que hablemos claro. Hay que ser un verdadero hijo de puta para decir algunas de las cosas que se han dicho, ¿no crees?

Shhhhhhhhh.... que esto es entre tú y yo. Nadie más lo debe saber. Pero mira, te lo digo en confianza: si alguien usa argumentos tales como la incapacidad física para atacar a una persona, eso demuestra una bajísima catadura moral. Es algo despreciable. No te digo nada si encima es con propósitos políticos, ya sabes mi consideración hacia toda esa gentuza. Pero ahí están. Tragando bilis porque la Semana Republicana ha sido un éxito y ellos no han sido la Reina del baile. No soportan que un grupo de gente sin afinidad política común se organicen sin su beneplácito. Y eso que tuvieron su oportunidad, pero no fueron lo suficientemente listos como para aprovecharla. Querían llevarlo a su terreno, a su puñetero partido político. La cagaron. Otra vez. Tú y yo tenemos opiniones diferentes acerca de miles de cosas, pero ahí estamos de acuerdo, ¿verdad? Claro. Por eso tú y yo, diferencias aparte, estuvimos ahí, apoyando los actos de una Semana Republicana participativa, casi redonda, y pisoteando sin querer con nuestra diversidad las posibles medallitas individuales que algunos creían que tenían su nombre. ¿A que estamos contentos y satisfechos? No es para menos. Qué coño, nos lo hemos currado, lo conoces de buena mano.

¿Ellos? Bah... qué te voy a decir que tú no sepas. Por mi, que sigan en su línea. Total, yo no soy de ningún partido, así que esas guerras me resultan hasta divertidas. Pero mira, déjame decirte una cosa que creo importante: tú vales mucho. De verdad. Y como tú, muchos otros que han participado de una propuesta ciudadana y alejada de la política que ha logrado reunir a todos menos a una parte. Si esa parte prefiere seguir aislándose es algo que no merece nuestra atención. Allá ellos, ¿no? Sabes que el buen rollo vence a la bilis, y si algo nos sobra a nosotros es buen rollo.

Venga, no te doy más la brasa. Mis mejores deseos y mil gracias por el tiempo que me has dedicado. No hay medallas que paguen eso.