MIERDAS AL CARRER

Artículo del amigo EMBOLAO originalmente publicado en EL FORO DE PUÇOL:

Hoy he leído la entrevista a la Sra. Presidenta del PP local, se me pasó en su momento.

Ha habido una cosa que me ha turbado, el comentario del ciudadano sobre las quejas que hay acerca de las mierdas de perro que pueblan nuestros suelos. No sabía que a la gente también le molestara la suciedad en nuestras calles, no lo parece. Me confieso perrero, eso sí, de los que siempre llevan el bolsillo lleno de bolsas. No por no molestar a los demás sino porque a mí, personalmente, no me gusta pisarlas. Por eso y porque mi mamá me enseñó a ser limpio.

Una cosa que me llama la atención es la respuesta de la Sra. Presidenta. Resulta que su solución es la represión: Eso hay que castigarlo. Pues yo creo que la solución no es esa, la solución pasa por la educación. Claro que ella a lo mejor también piensa lo mismo, pero confunde educar por informar de tus obligaciones, piensa que con poner los cartelitos que pusieron en su día ya cumplen. Pues no Sra. Presidenta. Eso no es educar. Sería más educativo, por ejemplo, poner dispensadores de bolsitas en las esquinas de las zonas “calientes” junto con un dibujo de cómo usarlas igual que han hecho nuestros pueblos vecinos.

Claro que hay gente que ni con el dibujito aprendería, pero se sorprendería del resultado. Igual hasta se mejoraría la situación si el Excelentísimo se dignara a cumplir con el artículo 17 de la ordenanza municipal de tenencia de animales que ellos mismos aprobaron. Claro que es más fácil exigir a los demás y multar si no cumplen que cumplir con las obligaciones propias. Y si se hiciera todo esto ¿Se eliminaría la posibilidad de pisar una mina antipersona? Pues no, entre los que les da todo igual y los que abren la puerta para que el perro se pasee solo estamos apañaos pero puestos a perseguir y reprimir, de esta manera la policía loca tendría menos trabajo. Eso seguro. Aunque pensándolo mejor, tiene que ser jodido perseguir a un perro que va solo por la calle para multarlo. Tendría gracia ver a un policía en semejante labor.

Otro tipo de mierdas que pueblan nuestros suelos son las infantiles. Esas son más proclives a ser encontradas en los parques y jardines, y a menudo confundidas con las primeras de las que he hablado. Cierto día me encontré a una señora enfrente de mi casa levantándole los pantalones a su infante tras la deyección correspondiente. Yo que venía de hacer lo propio con el mío (de 4 patas y sin pantalones) le dí una de mis bolsitas para que ella también cumpliera con la ordenanza municipal. No la de animales sino la de convivencia ciudadana. La señora en cuestión cogió mi bolsa, se dio media vuelta y se fue con el infante dejando la deposición depuesta. No he vuelto a ofrecer bolsitas, pero he visto más veces la escena con las consecuentes mierdas infantiles en el mismo sitio. Es lo que tiene vivir cerca de un parque. No voy a culpar a los niños, pero de semejantes padres no nos podemos esperar mucho.

Y el tercer tipo de mierdas de las que me gustaría hablaros es de las mierdas adolescentes. Esas son las que pillan en fines de semana y fiestas de guardar. Soy de la opinión de que cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera, pero no me mola nada tener que fregar la puerta de mi casa cada vez que a un descerebrado se le ocurre que es buen sitio para mear o vomitar. Lo peor de todo es que cuando vienen eso que llaman fiestas a 20 metros les ponen aseos portátiles pero no los usa ni Grött. A esos no les dice nada nadie aunque violen varios de los artículos de la ordenanza de convivencia ciudadana. No hay huevos para hacerlo.

Y al final la solución a la suciedad de nuestras calles es multar a los que paseen perros. Sí señor, eso es tirar por la calle de en medio.