EL PELIGRO DE LOS COMENTARIOS

Saludos, ciudadanos.

De vez en cuando doy un repaso a las estadísticas del blog. Confieso que me provoca cierto estupor y hasta niveles moderados de rubor ver en qué se ha convertido esa peregrina idea de emprender un proyecto en solitario basado en la política local de Puçol.

No creí que fuese a durar más de tres meses ya que se trataba de algo tan localista y focalizado geográficamente que dudaba del interés y trascendencia de sus contenidos al difundirse en un medio tan global como lo es internet. Además, la política no es un tema especialmente divertido y está el hándicap de que al personal, no sé porqué razón, le cuesta un mundo posicionarse políticamente en público y hasta los hay con miedos internos que les impiden siquiera hablar del tema. Por eso, en un espacio en el que se busca la participación, era especialmente complicado ganarse la confianza de los lectores y animarles a ser partícipes aunque solo fuese en temas tan banales como comentar los artículos. Las perspectivas del blog no eran muy positivas, vamos...

Pero yo, que soy obcecado (o si lo prefieren, cabezón) con mis ideas, necesitaba expresar una serie de pensamientos. Si no interesaban a nadie (cosa lógica por otra parte) pues se cerraba el chiringuito y aquí paz y después gloria.

Afortunadamente no ha sido así. Son muchos miles de visitantes mensuales y lo que nació en solitario con el primer artículo publicado allá por mayo de 2010 se ha convertido en un espacio con colaboradores, más de 200 artículos publicados, la implicación de un grupito de creación audiovisual que va en crecimiento (La Comuna) y cierta repercusión social.

Pero lo mejor de todo es que hemos conseguido que los ciudadanos se impliquen con sus comentarios a los artículos, que expresen sus ideas cualesquiera que éstas sean y convertir este blog en algo cada vez más participativo.

Entonces viene cuando nos aborda la pregunta del millón: si nosotros estamos orgullosos de los más de 600 comentarios a nuestros artículos... ¿por qué motivo nuestro propio ayuntamiento sigue teniendo miedo a que sus ciudadanos se expresen en su página web y sigue vetando (censurando) la posibilidad de los comentarios?

Argumentaron en su momento desde el consistorio que "los vecinos de Puçol no estamos preparados para saber distinguir entre el comentario, la crítica sana o la opinión y el insulto o la falta de respeto", también que "este tipo de experiencias (por los comentarios) demuestran que no estamos acostumbrados a actuar con total libertad, que necesitamos algún tipo de control" y rematando con algo tan fascistoide como eso de "algunos confunden libertad con libertinaje".

Tras eso, se censuraron comentarios en la web municipal, lo que desató numerosas críticas (encabezadas por este blog), y ya sabemos cómo acabó el asunto; todos, absolutamente todos los comentarios fueron eliminados y se denegó la posibilidad de expresarse a los ciudadanos en la página web de su propio ayuntamiento.

Cuando tenemos políticos que buscan y desean nuestro voto, pero no quieren oir nuestra voz, es que algo está fallando en eso que algunos llaman "democracia" y que a tenor de los hechos, no es tal.

Que nadie se deje engañar.

Desgraciadamente, los políticos son reacios a oir nuestras voces y así, son demasiado numerosas las acciones políticas que no cuentan con el beneplácito de la inmensa mayoría de la población. Desde la participación en la guerra ilegal de Iraq en la que nos metió el cabrón de Aznar por sus santos cojones hasta los tremendos recortes sociales y laborales del mal llamado "socialista" Zapatero, pasando por leyes totalitaristas como la última barrabasada de la ministra de cultura en contra de la libertad en internet, cada vez nos tienen más acostumbrados a no contar con la opinión generalizada en la sociedad (la nuestra, la de todos) y sí hacerlo con los lobbies de los poderosos, para que lo sigan siendo todavía más en nuestro detrimento.

Yo no sé ustedes, pero yo me cabreo mucho ante estas situaciones, así que para no encolerizarme más de la cuenta, finalizo con una bonita historia:

En un bosque, en donde vivían muchos animales, hubo un gran incendio.

Todos los animales que vivían en el bosque empezaron a correr para refugiarse del incendio a otra parte del bosque.

Mientras todos los otros animales corrían, un pequeño pajarito había volado hacia el río, y cargando todo el agua que podía con su pico, regresaba hasta el foco del incendio, derramaba el agua que tenía en su pico sobre el fuego y regresaba volando al río para volver con otra carga de agua, intentando así apagar el incendio.

En ese momento alguien lo vio, era el león, el rey de la selva. Entonces el león dijo al pajarito: "Pajarito, eres muy pequeño, y solo no podrás apagar este gran incendio. Deja lo que estás haciendo y huye a un lugar seguro".

Entonces el pajarito le contestó: "Tienes razón, yo solo no puedo apagar el incendio. Pero ¡ESTOY HACIENDO MI PARTE!"

Desde este blog nosotros, como el pajarito, seguiremos haciendo nuestra parte. ¿Ustedes son de los que aportan o de los que huyen?

No sería mala idea comenzar a demostrarlo escribiendo un comentario.