Saludos, ciudadanos.
Sábado soleado tras el viernes gris de cielo llorón. Nunca llueve a gusto de todos. Hoy toca desempolvar los trapos de los acontecimientos, sacar lustre a los incómodos zapatos y elegir corbata. La de los condones, elijo la de los condones.
La gente sigue empeñada en eso del matrimonio. Hoy se casa la Bruja Maruja.
Es una boda civil, pero como si fuese por lo criminal. Bustolini oficia la ceremonia, Franco hoy tiene el ectoplasma en el taller y no podrá tocar los cojones mientras Hitler se suicida definitivamente porque su amada Maruja se desposa. Un noble polaco se ha vengado, años después, de la invasión alemana de 1939 arrebatándole lo que más quiere. Chúpate esa, Adolfo.
Enhorabuena (o no) a Luz Esther y Zbigniew (Vicente para los amigos). Hoy serán protagonistas de un episodio tragicómico del que ya nos encargaremos que guarden buen recuerdo.
Recordad todos dedicar un brindis por la pareja durante el día de hoy allá donde estéis. Y no es porque se casen, que eso es lo de menos. Es sencillamente porque ambos se lo merecen.
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