Saludos, ciudadanos.
Se aproximan las elecciones autonómicas y locales en muchas comunidades del país, pronto los medios de comunicación oficiales aumentarán aun más su nivel de parcialidad y servilismo para transmitirnos la inevitable realidad del bipartidismo y esto es lo que no estoy dispuesto a asumir. Así que voy a dejar bien claras las condiciones en las que entregaré el que es, desgraciadamente, el único vehículo con el que esta “democracia” me deja participar, mi voto.
No entregaré mi voto a aquellos que no dudan en robarnos.
El recorte de sueldo de los funcionarios.
La reforma laboral.
La congelación y reforma de las pensiones.
La ampliación de la edad de jubilación.
La subida del IVA.
Las privatizaciones y externalizaciones.
El aumento de las subvenciones a la educación y sanidad privadas.
La próxima reforma de la negociación colectiva.
Las futuras reformas en aras de la competitividad.
El derroche en fastos absurdos, visita del papa, fórmula 1, copa América.
El pozo sin fondo y sin documentar de la flamante ciudad de las artes y las ciencias.
La liquidación del carácter social de las cajas de ahorro.
Todo esto es un atentado claro contra mis derechos, mis ingresos y mi patrimonio como ciudadano. Al tiempo que a la clase obrera nos están robando, humillando, vejando y expoliando, a las élites económicas se les regala todo lo que a nosotros nos arrebatan con el poder que les hemos entregado con nuestro voto.
No entregaré mi voto a los que me amenazan.
Después de todos los recortes, perdón, reformas, a los que nos están sometiendo, los hay que aun tienen la desfachatez de amenazarnos con hacernos trabajar más y/o cobrar menos. Esa no es la alternativa que estoy dispuesto a asumir cuando en 2010 la mayoría de las grandes empresas de este país ha aumentado sus beneficios, NO VOY A TRABAJAR MÁS GANANDO MENOS.
No entregaré mi voto a los irresponsables, volubles y mentirosos.
A aquellos que prometen cosas relevantes para los ciudadanos y luego hacen exactamente lo contrario, a aquellos cuyo horizonte no va más allá de cuatro años, a aquellos que no quieren más que liquidar el estado del bienestar para transformarlo en “su estado particular de bienestar”, a aquellos cuya única alternativa es la eterna huida hacia adelante, a aquellos que demuestran con su actitud que “contra peor mejor para mi”, a aquellos que creen se puede tener un jefe del estado por gracia de dios o por gracia de un dictador, a aquellos que no abogan por la laicidad del estado, NO LES DARÉ JAMÁS MI VOTO.
Creo que ha quedado bastante clarito que es lo que no quiero, así que si algún político tiene la intención de pedir mi apoyo ya sabe lo que me tiene que ofrecer.
Seguro que me he dejado en el tintero una buena cantidad de argumentos que por mi natural impulsivo no he dado tiempo a aflorar, por lo que os pido que todas las ideas que no he mencionado y que consideréis importantes me las comentéis, más que nada para que se enteren de un puñetera vez nuestros “representantes” que es lo que esperamos y que es lo que aborrecemos, la clase trabajadora, de ellos.
De todos modos, para los que no han acabado de pillarlo, estoy preparando otro ladrillete con lo que pido para entregar mi voto.
Salud y república, amigos.
Estoy contigo ciudadano. Creo que esta vez nos quedamos sin votar.
ResponderEliminarNo votando no se consigue nada, votar de castigo de verdad, recomiendo al autor del blog que lo una a algún movimiento que sea afín a sus ideas, por ejemplo: #malestar, #democracialrealya, o #nolesvotes.
ResponderEliminarEs un blog tremendo, saludos!
Creo que no vas a votar y aunque votaras va a ser la misma mierda de siempre pero con otro nombre. Igual no se llama Zapatero pero se llamará........(ponga su nombre en la linea de puntos)....................
ResponderEliminarNO VOTEIS!!!!!! Esta democracia es la que dejo atada y bien atada el DICTADOR.
ResponderEliminar¡¡ ANARQUIA!!
ResponderEliminarpero no como fin, sino como medio
ALGUNOS VAN DISFRAZADOS DE IZQUIERDAS........ MAS SONDE DERECHAS NO OS FIÉIS.
ResponderEliminarEl no votar potencia el bipartidismo, buscad un partido pequeño, que se acerque a vuestros ideales y investigad si es un voto con valor.
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