Saludos, ciudadanos.
Ay, qué jodido es ser político... en ninguna otra profesión es obligatoria la declaración de bienes patrimoniales. A los pobrecillos les conminan a hacer pública una relación de los inmuebles que tienen a su nombre, así como la cantidad que perciben por su actividad laboral.
¿Y esto por qué motivo? Pues ya se sabe, hay tanto mangoneo, tanto cabrón hijoputa que pilla dinero de la caja de todos, que así se pretende que ellos mismos se autoinculpen de lo que han robado.
¿Y esto vale para algo? Pues realmente NO. De hecho sólo se declaran los bienes inmuebles (casas, pisos, chalets, castillos...), los depósitos bancarios, acciones, fondos de inversión, pólizas de seguro, etc. y su sueldo, así como el pasivo (lo que deben). Imaginemos el caso (más habitual de lo que creemos) de un político corrupto que recibe una comisión bajo mano en efectivo dentro de un discreto sobre. Bueno, pues no tiene más que ingresar ese dinerito en la cuenta de su hija de 10 años bajo el epígrafe "para la universidad de la niña". Así de fácil es evitar la tontería esta.
Vaya por delante que a mi poco me interesa lo que tiene cada uno en propiedad. Cada cual con su dinero hace lo que le viene en gana. Por poner un ejemplo borde, es como decir que me la suda si Berlusconi se beneficia a treinta putanas. Mientras se las pague de su propio dinero y no del de los contribuyentes, nada que objetar. Mientras las chicas (o los chicos) sean mayores de edad y sean relaciones consentidas, nada que objetar.
Pero claro, ya se sabe lo que a veces pasa; que algunos políticos trincan pasta de los contribuyentes, tiran de la Visa oficial para pagar en puticlubs, hacen pasar como dietas los gastos en cocaína, pillan sabrosas comisiones por parcelitas... qué les voy a contar que ustedes no sepan.
Una vez conocida la declaración de bienes de los miembros de nuestro Ayuntamiento, (la tienen ustedes
AQUÍ en la web oficial de la Diputación de Valencia y
AQUÍ para verla o descargarla en formato PDF), vamos a hacer un rápido repaso: