Saludos, ciudadanos.
Los políticos intentan vendernos la idea de que su labor conlleva muchísimo trabajo y dedicación. Que son abnegados defensores de los derechos y libertades de los ciudadanos. Que sacrifican infinidad de tiempo en detrimento de su vida familiar. Que su labor sólo puede ser efectuada por personas preparadas en todas y cada una de las materias de las que se ocupan -en todo, vamos-. Que su patrimonio no aumenta e incluso han dejado de ganar dinero por dedicarse a la política. Que son imprescindibles para el buen funcionamiento de la democracia. Que sí, que los hay corruptos, pero siempre son del otro partido y que el 99,99% de los políticos son honrados, trabajadores y comprometidos con los problemas de la sociedad.
Mienten para sobrevivir en ese mundo que ellos mismos han diseñado y en el que viven felices y bienpagaos, en ese mundo en el que ellos marcan las leyes y no precisamente teniendo en cuenta a sus votantes, sino a ellos mismos en primer lugar. No quieren cambiar una Ley electoral -por injusta que sea- so pena de arriesgar el bipartidismo que tanto les conviene. Les interesa que seamos de los unos o de los otros, pero les da igual en cual de ellos nos ubiquemos, ambos se necesitan para seguir haciendo de las suyas. Nos quieren hacer creer que la casta política es absolutamente vital en la sociedad y que sin ellos todo sería un caos.
Que nadie les engañe en este aspecto: dirigir un Ayuntamiento de unas 15.000 almas no es mucho más difícil que gestionar una vivienda familiar. Seguramente habrá miles, millones de amas de casa que hagan encaje de bolillos con el limitadísimo presupuesto del que disponen para llegar a fin de mes y que acaben con mucho más dolor de cabeza que todo un parlamento diseñando los presupuestos generales del estado. Y sin cientos de asesores, secretarios, subsecretarios, informes de expertos, comités de sabios, gilipollas y subgilipollas todos a sueldo que le apoyen. Reitero: que nadie les engañe.
Sirva lo anterior para poner sobre la mesa una reflexión que irá seguida de comparaciones de esas que siempre resultan odiosas. En tales comparaciones usaré el término "amas de casa" como quien dice "amos de casa", no se me pongan tiquismiquis con el tema sexual ni nadie se sienta ofendido/a. Simplemente usaré el término en femenino porque le doy un enorme valor a la "profesión" de ama de casa, a menudo tan denostada.
Afirmo sin temor a equivocarme que hay cientos de amas de casa de nuestra pequeña ciudad que serían capaces de cargar con las responsabilidades de un gobierno local sin despeinarse lo más mínimo y además hacerlo con una eficiencia jamás vista.
¿Saben el motivo? Es sencillo: las amas de casa tienen un concepto clarísimo y que aplican a la perfección en contextos de "vacas flacas" o de crisis, como quieran llamarlo. Ese concepto es PRIORIDADES.
Cualquier ama de casa mínimamente responsable ante dificultades económicas, sabría que apagando el televisor durante determinadas horas (sobre todo para la porquería con la que nos obsequian), la economía familiar saldría beneficiada en unos eurillos en cada factura energética. Y no sólo la economía sale ganando, también la cordura.
Aquí no. Aquí los políticos potencian la TV local (que únicamente sirve como medio de propaganda del gobierno en el poder). Puçol gastará 50.000 euros al año para emitir la televisión local una hora al día por TDT pese a estar ya en internet. Además, otros 16.000 € sólo para "remodelar" la igualmente propagandística página web del Ayuntamiento.
Cualquier ama de casa mínimamente responsable ante dificultades económicas sabría que habría que dejar para otro momento la reparación de esa bicicleta estática que tiene para hacer ejercicio de vez en cuando. Aquí gastamos más de 35.000 € en la construcción de algo tan valioso como una pista de pádel y otros 35.000 para una reforma de la igualmente imprescindible pista de Squash.
Cualquier ama de casa mínimamente responsable ante dificultades económicas sabría que el ordenador del niño puede actualizarse cambiando algunos elementos de hardware y seguirá funcionando perfectamente un par de años más para el uso ofimático. Aquí no, tiramos todos los ordenadores de la administración y gastamos 95.000 € en trastos nuevos y licencias de software.
Cualquier ama de casa mínimamente responsable ante dificultades económicas sabría que, si un año la familia ha de quedarse sin vacaciones a Punta Cana para pagar la hipoteca, pues se cambian por unos días en Cantabria, que es un paraje igual de natural o más y encima les sale más barato.
Aquí no. Pese a que nuestro Ayuntamiento contempla una deuda de 4.791.000 € (casi 800 millones de las antiguas pesetas a fecha 31/12/2009) el presupuesto para fiestas sigue igual de abultado y se siguen destinando burradas de dinero para fomentar la tortura animal tanto en infraestructuras como en ganado taurino.
Y así todo, oigan. Seguimos con más de 1.500 desempleados entre nosotros (con fecha de junio de 2010 y el número continúa creciendo desde 2007), pero aquí nadie establece prioridades para ellos. No conozco ni una sola partida que fomente el empleo local de forma directa. El dinero destinado a tal fin está repartido entre organismos que ya han demostrado su ineficacia en base al número creciente de parados que nos rodean. De hecho, son tantos los parados que fácilmente podrían colapsar con sólo un puñado de ellos las pistas de pádel y squash, maldita la gracia que les harán los programas de la tele local que ellos mismos han pagado y ni siquiera tienen acceso a los ordenadores para imprimirse un triste currículum o buscar un trabajo por internet. Eso sí, siempre podrán ir a los toros a ver si hay suerte y un morlaco financiado por el Ayuntamiento les abre el pecho en canal y dejan de reírse de ellos.
Señores políticos; son ustedes incompetentes, ineficaces e inútiles para la tarea que se les ha encomendado. Dejen paso a gente muchísimo más preparada y que no necesitan carnet de uno u otro partido para realizar tareas aplicando la lógica y estableciendo prioridades: las amas de casa.
Como ama de casa no tengo más remedio que darle la enhorabuena por el artículo, de verdad que otro gallo cantaría si los que gobiernan ajustasen sus presupuestos al igual que lo hacemos nosotras. Un 10.
ResponderEliminarTe me has convertido en página de obligada visita, Ciudadano. Como siempre, impagable. Gracias y continúa endavant.
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA los politcos de puçol deberian sentir verguenza ajenaaaaaaaaa JAJAJAJAJAJAJA
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