SE TRASPASA PUEBLO POR NO PODER ATENDER

Saludos, ciudadanos.

Ayer martes, mientras paseaba por varias zonas de nuestra localidad, pude comprobar en numerosas ocasiones cómo el cartelito de "Se Traspasa" estaba presente en muchos más negocios de los que habitualmente solíamos verlo. Me sorprendió encontrármelo hasta en negocios que yo suponía que iban bien.

Tiendas de ropa, bares, restaurantes, kioskos, pubs, papelerías... todo tipo de pequeñas empresas que han de cerrar sus puertas ante la falta de clientela. Como tengo un amigo de Puerto de Sagunto interesado en ampliar su negociete (si se dan las condiciones lo haría en Puzol), decidí preguntar en varias de esas PYMES por el precio del traspaso (información para mi amigo) y las causas del mismo (eso para satisfacer mi curiosidad genética). Entre estas últimas, la respuesta más común es la evidente: no hay clientes para poder mantener el chiringuito. Hasta en un par de empresas en las que ponía en el cartel "Se traspasa por enfermedad del titular", así como diciendo que el negocio va bien pero desgraciadamente una fatalidad ha llevado al dueño a abandonarlo, tras una breve conversación, la realidad era que el titular goza de buena salud y la única enfermedad que tiene es su negocio vacío y los palos económicos que le meten desde la Administración, que le crujen a impuestos.

Esto no es buen signo. Si muchos de los pequeños comerciantes de un pueblo deciden que han de cerrar el garito sólo conduce a la muerte del propio pueblo.
Pero... ¿acaso no está muerto ya?

Pues la verdad es que está más muerto que vivo. Sólo hay que comprobar la ardua tarea que supone tomar un café en compañía un domingo -o un lunes- a las 4 de la tarde en alguno de los locales del núcleo urbano. Tarea poco menos que imposible. Precisamente, Puerto de Sagunto está lleno de vida en este aspecto y huele a gente, se nota, se respira que es un lugar VIVO y en constante movimiento. Puzol huele a rancio, a moho veterano y añejo, parece un pueblo fantasma a falta de las plantas rodadoras de las pelis del Oeste. Se oye el viento ulular como pareciendo querer escapar despavorido de esas calles mortecinas en las que cuesta imaginar signos vitales. No existe lugar donde dejarse unos euros en un par de cafés porque nadie parece querer tu dinero.

Y es que muchos prefieren chapar el negocio un domingo o un lunes antes que "tener que abrir pa ná" y no les falta razón. El mero hecho de abrir ya supone unos gastos y una dedicación en tiempo que tienen un determinado valor. También existe el caso contrario, bien es cierto que conozco a un par de propietarios de bares que ni ellos mismos tienen horarios, abren los días que les sale de las pelotas y a las horas que se le pasan por los cojones. Y entre pelotas y cojones, luego tienen los huevos de quejarse de que no hay clientela. ¡¡ Pues fidelízala cumpliendo unos horarios, coño, lo que no puede ser es que vaya a un bar y hasta que esté en la puerta no sepa si estará abierto o no porque al señorito ha decidido que como ayer hizo buena caja hoy puede estar en casita rascándose la polla !!

Puzol, a este paso, se morirá todavía más. No existen prácticamente lugares de reunión para que nuestros mayores jueguen a las cartas entre chato y chato. Ya no hay lugares de ocio para nuestros jóvenes y por eso las viejas arpías critican entre dientes al grupito que está en un parque fumándose unos porros sin hacer daño a nadie. Quien quiera divertirse un poco tiene que abandonar Puzol porque éste no es precisamente un pueblo divertido ni mucho menos.

Nos estamos convirtiendo en un pueblo zombie. Una auténtica ciudad-dormitorio de aquellos que van a trabajar a otros lugares. Un hervidero de chachas que van a limpiar a las urbanizaciones por cuatro duros y sin contrato. Un pueblo que ha perdido la dignidad que una vez tuvo.

¿Y qué hacen nuestras autoridades? Pues dejarlo morir, como vienen haciendo hace muchos años. Por mucha feria Puçol DeMostra que monten para hacer creer que potencian el comercio, los ciudadanos conocemos la verdad de lo que se cuece. Sabemos que los negocios que se están montando son servilistas y prostituidamente culogordos hacia la comunidad fashion de las urbanizaciones y en detrimento de los vecinos menos favorecidos. ¿Es necesario un SPA que hace masajes con oro para la gente del núcleo urbano? ¿Una peluquería canina donde llevar nuestros caniches lamechochos? ¿Un Myrtus elitista hasta dar asco? Con todo el respeto hacia quien tiene estos negocios (cada uno hace lo que quiere con su dinero), no me negarán que no están hechos para el pueblo llano y sí para una exclusiva capa de la población que ni siquiera se codea con nosotros por la calle ni nos habla excepto para pedirnos que les planchemos esa montaña de ropa y rapidito.

Así nos va.