miércoles, 13 de octubre de 2010

Ola de secuestros en Puzol.

Saludos, ciudadanos.

Nunca es deseable que se secuestre a nadie, pero a veces, cuando se dan ciertas muestras de ostentación, puede ser previsible que esto ocurra.

De hecho, si en poco tiempo compras una casa nueva y un SUV (estos coches tan bonitos, tan grandes, tan contaminantes, con aspiraciones de todo terreno pero que nunca pisaran una pista ni un camino), narices, estás aireando a los cuatro vientos tu fortuna, tu posición. ¡Ten cuidado!

Desgraciadamente unos cuantos amigos mios están sufriendo esta indeseable situación y lo más grave es que no sólo ellos están secuestrados, sus familias también les acompañan en tan triste trance.

Era un riesgo que corrían, que corrieron voluntariamente hace tres o cuatro años, en aquellos momentos de bonanza y locura, cuando todos creímos ser “clase media”, al poner a la venta sus pisos y comprar al mismo tiempo aquellos flamantes adosados ( y aprovechando la coyuntura y el 120% de la hipoteca, el precioso SUV).

No eran, no eramos conscientes de donde nos estábamos metiendo, nadie podía medir las consecuencias de tanta alegría financiera.

El tiempo fue pasando, las letras llegando, el piso en venta bajando de precio, el SUV consumiendo, las ilusiones difuminándose.

Cuando empezaron a darse cuenta de que el precio en el que habían tasado su piso se iba quedando desfasado, no tuvieron más remedio que poner a la venta también el precioso adosado que, sorprendentemente, fue valorado en un 20% menos de lo que habían pagado por el.

El secuestro, la perdida de libertad, estaba empezando a ser patente, aquello que al principio asumieron como un esfuerzo extraordinario pero transitorio (mientras vendemos el piso cariño), se estaba transformando en una cadena cada vez mas férrea, inexorable, que atenaza cada día sus posibilidades de...vivir normalmente. Algunos de ellos ante estos ajustes tan drásticos están inmersos, además, en una profunda crisis familiar.

Lo más sangrante, lo más grave de todo, es que después de pagar entre todos los ciudadanos de este país una ingente cantidad por su rescate, siguen sin ser liberados.

Ah no, que el rescate no era para liberarlos a ellos, era más bien para premiar a sus secuestradores.

Esos secuestradores además tienen atenazada la economía productiva, esa economía que el común de los mortales podemos entender, la economía basada en la producción, el comercio y no en la especulación.

Espero que los que leáis esto no os encontréis en las mismas circunstancias que mis amigos, y que además seáis prudentes y no hagáis patente vuestra pertenencia a la “clase media”, que los bancos acechan y están siempre dispuestos a ayudarte.

Salud y república ciudadanos.

No a la posibilidad del despido libre ni a la jubilación a los 67.

2 comentarios:

  1. Otro descontento10/16/2010

    Querido Caín, dile a tus amigos que, como yo, hagan acopio de todo el cobre que puedan para pagar su rescate ¡en breve, estaremos todos secuestrados! ¡Y cada vez quedan menos cables!

    Salud y república, pues.

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  2. Anónimo10/17/2010

    I el camí Lliria i el cami la Mar quan els arreglaran, quan es mate algu? Ja esta tot dit. Deu.

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