Saludos, ciudadanos.
Algunos tenemos la suerte, gracias a estar parados, de poder recoger a nuestros hijos del colegio, resulta muy gratificante sumergirse en el jolgorio que comporta tanta alegría y vitalidad como se concentran en sus puertas.
Un paseito hasta el parque escuchando los millones de cosas que mi pequeñín tiene que contarme, eso si, concediéndole el derecho a dispersarse en un continuo ir y venir de carreras, muecas, saludos y algarabía.
La merienda que le he preparado desaparece en un visto y no visto, igual que su pequeño cuerpo entre la maraña de niños que disfrutan de los juegos del parque.
-¡Papá tengo sed!.
Para eso estamos, la logística siempre es cosa de adultos y como ya llevo bastante tiempo dedicado a estos menesteres, por supuesto que tengo preparada su botellita con agua.
Al cabo de un rato, cuando mi fierecilla parece un poco más relajada, le propongo acercarnos a casa de sus abuelos, que siempre están ávidos de nieto y él, evidentemente, asiente de buena gana ya que su yayica siempre tiene algo especial que ofrecerle, además de su incondicional amor.
Cuando llegamos a casa de los abuelos, a eso de las seis de la tarde, nos abre la puerta mi madre que al instante se olvida de su hijo y se deshace en mimos, besos y atenciones hacia su nieto (que yo recuerde, a mi nunca me trato así).
Yo esperaba encontrarme también a mi padre, pero con esto de la crisis y que su jefe ha despedido a uno de sus compañeros acogiéndose a la posibilidad del despido preventivo ante la perspectiva de pérdidas, ha tenido que quedarse a hacer horas extras (que en el mejor de los casos no le serán abonadas como tales).
Después de haber dedicado más de veinte años de su vida a desarrollar la implantación de una gran empresa en nuestro país se vió, con cincuenta y dos años, sin trabajo, habiendo consumido todo el paro y sin la esperanza de recobrar un empleo acorde a su formación y experiencia. Así que, como las circunstancias en muchas ocasiones son las que mandan, lleva cinco años trabajando de vigilante en un aparcamiento de camiones, no tuvo más remedio que aceptar un trabajo precario para poder seguir tirando.
La angustia que genera tener que llegar a los sesenta y siete años para poder jubilarse sin perder parte de los derechos adquiridos a lo largo de una larguísima vida laboral es insoportable. Tener que seguir paseando en las noche gélidas del invierno entre los camiones, haciendo turnos de doce horas porque así su jefe se ahorra la seguridad social de un empleado, la incertidumbre de no saber si será el el siguiente en irse a la calle y encontrarse con cincuenta y ocho años sin trabajo hacen que el miedo se haya instalado en su ánimo desdibujando por completo su carácter .
Menudo mundo estamos creando, no podemos trabajar los jóvenes a pesar de nuestras carreras y masters, mientras, se pretende alargar la vida laboral hasta los sesenta y siete años, cuando con cuarenta ya se te considera viejo para cualquier empleo.
Se acaba de abrir la puerta, después de casi catorce horas de haber salido de casa el abuelo llega serio, cansado, casi derrotado. De repente los grititos y la carrera del enano por el pasillo iluminan de gozo su rostro. Parece que siguen habiendo cosas que nos hacen seguir deseando vivir.
Salud y república ciudadanos.
No a la posibilidad del despido libre ni a la jubilación a los 67.
Esto no tiene remedio, parece la típica cantinela del "vuelva ud mañana". El año que viene acaba la crisis, la recesión, el paro, ¿cuanto tiempo llevamos oyendo eso? A grandes males, grandes remedios!! En este país hace falta alguien que tome decisiones drásticas para terminar con todo este merder. Pero no para hundir más al pueblo, si no para que el pueblo retome su poder y su vida con dignidad. Todos sabemos lo que habría que hacer, porque nadie lo hace? Claro, como el cuento, ¿quien tiene cojones para ponerle el cascabel al puto gato???
ResponderEliminarToda la razón, Navigator.
ResponderEliminarPero yo soy de los convencidos que, algún día, el gato saldrá escaldado. Creo en la democracia y por tanto en que el verdadero poder lo ha de tener el pueblo. Y creo en las guillotinas, a lo largo de la historia siempre han funcionado.
Yo también tengo esperanzas, ciudadano, pero veo con preocupación que nuestra sociedad es insolidaria, que mientras yo voy tirando, al vecino que le den... Que yo tengo que renunciar a cosas que me gustaría ofrecerles a mis hijas, que no tienen culpa de nada, y que heredan una civilización que profundiza las diferencias sociales y que, a la hora de la verdad, le ponen el chip en el coco y justifican su pasividad con cualquier cabeza de turco oportunamente dispuesta en la picota. Que se encoge de hombros y que traga con piedras de molino, pero que no responde, ni siquiera con los votos, a esos de sonrisa cínica que lucen trajes (robados o no), que se autoproclaman la única alternativa SOCIAL, pues los que están en la poltrona no justifican tampoco el significado de la S de sus siglas (madre mía). Que a nivel local no utilizan los instrumentos a su alcance para dar empleo (y socorro) a sus convecinos, y no será que no hay cosas que hacer! Ah, bueno, es que ahí no hay cámaras, claro, para la fotito... Sí, tengo esperanza, llámame iluso... o, por favor, pégame un certero tiro en la sien
ResponderEliminarBuen retrato de lo que nos está sucediendo. La sociedad cada vez nos deja más de lado y tan solo nos quedan los pequeños placeres (la familia, un nieto en este caso) como apego a la vida.
ResponderEliminarComo dijo Enriqueta peiner en uno de sus videos: Se cogen las tripas de Rajoy y con ellas se ahorca a Zapatero... y así sucesivamente. Lo malo de esto es que el asesinato está mal visto en, este, nuestro país. (el que quiera ver el vídeo ya sabe donde buscar google+enriqueta peiner)
ResponderEliminarAmigo Cain, mirala vida desde el lado bueno, da gracias de quetu niño no se ha partido una pierna enel parque porque... quien cojones ha diseñado el 50% de los parques de nuestra localidad? ¿el Dr. Jeckill? ¿Habeis visto el estado deplorable de algunos de ellos y la falta de cuidado de los mismos?. Quien habrá cobrado una pasta por poner estos parques y no otros masseguros. Que hijo puta sin hijos se dedica a romperlos...Por otro lado lo de tu padre, es de admirar... además disfruta de sunieto, mi padre disfrutó del suyo seis meses, además, despues de trabajar como un cabron toda su vida cobró 2 meses de vejez y falleció.
ResponderEliminarDe todos modos modos la culpa es del iluminado... si... ZP es un iluminado,se acuesta tiene un sueño y lo quiere poner en práctica al día siguiente... debe ser progreso lo de retrasar la fecha de jubilación...total estamos retrasando tambiénla fecha de comenzar a trabajar...La lástima es que ni gobierno ni oposición tienen un candidato que cumpla con las expectativas de los Españoles.
Animo Cain, los hay que están peor que tu.