Saludos, ciudadanos.
En la web de Javier Ortiz he encontrado un artículo enviado por uno de los colaboradores habituales de este sitio, La celda de Jean Valjean, que hace un retrato rápido y fidedigno de este par de dirigentes tan mediáticos.
Aguirre y Camps: tanto monta, monta tanto.
Las comunidades autónomas de Madrid y de Valencia caminan de la mano en muchos aspectos. Ambas están gobernadas por el Partido Popular. Camps y Aguirre, tanto monta, monta tanto (absténganse de tener pensamientos impuros), son la versión moderna y chic de Isabel y Fernando. Valencia y Madrid, además, como ciudades, acumulan una deuda escandalosa y oscura. El pago de los intereses de la deuda está devorando y recortando los gastos sociales en la tierra de don Francisco y de doña Espe.
A la Valencia de Camps se le hizo el culo pepsicola con la organización de la Copa América y de la Fórmula 1; al Madrid de Aguirre y Gallardón le perdió el ímpetu y la pasión por el chocheo olímpico. El gasto fue estratosférico; los beneficios se quedaron en un sueño o en una vulgar mentira política, otra más.
Dos pasos más allá, el ladrillo y la cultura del pelotazo han hecho estragos en ambas regiones. Conviene recordar también que la trama Gürtel unió Madrid y Valencia antes que el AVE. Y de forma más rápida, por cierto. Aguirre tenía la filas de su partido infestadas de imputados; Camps no se ha quedado corto. Madrid y Valencia, Valencia y Madrid, padecen una sarna con gusto que no pica.
La mayoría de sus ciudadanos secundan con complacencia electoral las propuestas de Camps y de Aguirre. Es como si no hubiera alternativa, sin que ésta tenga que pasar necesariamente por un PSOE carente de credibilidad y de pegada.
En Madrid siempre quieren comenzar la casa por el tejado. ¿Que hay pobres? Los sacamos de las calles por la fuerza, no se nos vaya a ocurrir acudir a la raíz del problema y solucionarlo. ¿Que apostamos por el deporte? Organicemos unos carísimos Juegos Olímpicos, sin tener en cuenta la vergonzosa falta de plazas en los polideportivos municipales que sufren los jóvenes madrileños. ¿Que hablamos de Educación? Vendamos la moto de los grupos de excelencia, sin abordar el verdadero hándicap que supone tener un 30% de fracaso escolar en la comunidad madrileña, superado, por cierto, por la valenciana, líder del ranking nacional.
Aguirre y Camps son también líderes de opinión. A “martillazos”, pero líderes. El presidente valenciano, al que llaman honorable, controlando sin medias tintas la televisión autonómica valenciana, donde aparece como una especie de Mesías; Aguirre hace lo propio con Telemadrid. Son, con diferencia, los canales más aberrantemente sometidos a la disciplina de un partido político que jamás se hayan concebido. Ni siquiera Goebbels hubiera dado la talla para dirigirlos.
Salud y república, amigos.
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