Saludos, ciudadanos.
Ha empezado esta mañana, al coger el coche para ir a la oficina, era una sensación extraña, indescriptible, mezcla de una comezón y ansiedad que no acertaba a explicar, afortunadamente esa sensación iba definidiéndose y se ha acabado concretando en aquella famosa frase publicitaria. "la duda me corroe".
Efectivamente, era la duda la que recorría mis venas haciéndome sentir ese hormigueo urgente, del mismo modo la duda tomó forma de pregunta: ¿por qué se están tolerando las acampadas en las plazas?
Y claro, con lo que me había costado encontrar la pregunta..., miedo me daba pensar el tiempo que me iba a suponer encontrar la respuesta.
Así que he aparcado el coche y me he despreocupado del asunto. Bueno, he pretendido olvidarme del asunto, pero el asunto no me ha dejado en paz a mi y sin desearlo me he visto trasladado al día 20 de mayo, cuando nos dirigíamos desde Valencia a Peralejos de las Truchas a disfrutar de nuestra particular jornada de reflexión.